Análisis de la CDT para detectar dependencia al alcohol
La transferrina deficiente en carbohidratos (CDT) nos permite verificar el diagnóstico precoz del consumo crónico de alcohol, así como, mantener un seguimiento de las personas dependientes a esta sustancia. La elevación de la transferrina deficiente en carbohidratos se debe, como una de sus causas principales, a la ingesta continuada de alcohol.
La transferrina es una glicoproteína transportadora de hierro, formada por una cadena polipéptídica unida a dos cadenas polisacarídicas con residuos de ácido siálico. La transferrina puede tener varias formas según el grado de ácido siálico que contiene: la forma tetrasialo es la que predomina en el 90% de los individuos sanos. Sin embargo, cuando aparece un elevado consumo de alcohol la forma tretrasialo es sustituida por moléculas de transferrina con sólo una cadena de carbohidratos (disialotranferrina), o incluso sin cadena de carbohidratos (asialotranferrina).
Entendiendo esto, podemos afirmar que un consumo de alcohol diario de 50-60g de etanol durante un periodo de dos semanas, produce un aumento de transferrina deficiente en carbohidratos (CDT). Valores elevados de CDT tienden a normalizarse después de una abstinencia alcohólica de entre dos-cuatro semanas, dependiendo del valor inicial de CDT. Por lo que la determinación de CDT puede ayudar a reconocer pacientes con un elevado consumo crónico de alcohol, monitorizar los cambios que se puedan dar en el consumo de alcohol y el control de la abstinencia, es decir, la transferrina deficiente en carbohidratos es un marcador específico para el incremento del consumo de alcohol durante largos periodos de tiempo.
Por otro lado, existen otras enfermedades que también pueden producir un incremento de CDT, como son:
hepatitis crónica activa,
cirrosis biliar primaria,
fallo hepático, y el extremadamente raro
síndrome CDG (glicoproteína deficiente en carbohidratos).